María Violeta Escobar, 71 años, Alergia Cutánea Crónica

«Llegué a Biomedics debido a una alergia a la piel, que se fue acentuando cada vez más, y las crisis se presentaban más frecuentes e intensas. En el 2015 y 2016 se hicieron insoportables y muy dolorosas, tanto así, que no podía dormir ni hacer una vida normal .Tuve que dejar muchas actividades, quedarme en mi casa, debido al dolor que me producía, por ejemplo, el roce de la ropa con mi piel y porque mi cara se desfiguraba. Obviamente, esto afecto mucho mi animo.

Luego de nueve tratamientos médicos, sin ningún resultado positivo, una amiga me habló de Biomedics y de cómo con este tratamiento le habían quitado el fuerte dolor de su enfermedad.

Es así, que decidí pedir una hora para mí.

Mi primera impresión, al llegar a la consulta, fue sentirme en un lugar apacible y cálido, donde me recibieron con amabilidad  y empatía; eso, para una persona que se siente mal por tanto tiempo, créanme, se agradece muchísimo. Debo decir, que yo estaba algo nerviosa y desconfiada.  En mi larga conversación con el terapeuta, que abarca toda la persona, no solo el problema puntual que me aquejaba, pude entender en qué consiste este tratamiento y también, algo muy importante para mí, darme cuenta que no se siente ningún dolor, porque no es invasivo en absoluto, es mas, tu puedes descansar, relajarte o dormir si quieres.  Es así, que acepté la terapia.

Ha pasado algún tiempo, y puedo decir que para mi, Biomedics ha significado recuperar la salud y poder retomar mi vida normalmente, sintiéndome con mucha energía y buen ánimo. No he querido dejar el tratamiento, pero dado el gran avance en mi tratamiento, las horas ahora son más distanciadas.»